Giselle ballet teatro real

Teatro Real Madrid: C(H)OEURS

Choreographer Jean-Pierre Aumer, a pupil of Dauberval, reprised the 1803 production of Hus several times during his career as ballet master at the Paris Opera. He then traveled to Vienna in 1809 to mount the work for the Burgtheater.

On November 17, 1828, Aumer presented a completely new version of La fille mal gardée at the Paris Opera especially for the ballerina Pauline Montessu. For this new production, composer Ferdinand Hérold created an adaptation of the original 1789 score. Hérold also borrowed many themes from the operas of composers such as Jean Paul Égide Martini and Gaetano Donizetti.

In May 1876, Italian ballerina Virginia Zucchi made her debut in Taglioni’s production in Berlin. The celebrated ballerina triumphed in the role of Lise, revitalizing the work with her expressive interpretation.

Today, all of these notations, including those from the Imperial Ballet’s production of La fille mal gardée, are part of a collection known as the Sergeyev Collection, now housed at the Harvard University Library. In 2015, choreographer and historian Sergei Vikharev produced a production of La fille mal gardée for the Yekaterinburg State Ballet that used notation from the Sergeyev Collection. The production premiered on May 15, 2015 at the Yekaterinburg State Academic Opera and Ballet Theater.

Giselle Ballet en dos actos

Estrenada en 1841, Giselle fue un éxito inmediato. Con música de Adolphe Adam y libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges, el ballet toca los grandes temas románticos: el colorido local, un amor pastoral condenado a terminar en tragedia, una inmersión en la fantasía y la redención a través del poder del amor.

Al enterarse de que Albrecht, su amado, es en realidad un noble comprometido con una princesa, la ingenua campesina Giselle muere. La Reina de las Wilis -los espíritus de las jóvenes vírgenes fallecidas- decide que Albrecht siga a Giselle a la tumba, y le condena a bailar hasta que muera de agotamiento. Pero el espíritu de Giselle baila con él y lo salva.

Ravel | Opera Ballet Vlaanderen | My Opera Player

Bogorad, Alexei — Ballet Bolshoi — Orquesta del Teatro Bolshoi — Chudin, Semyon — Hallberg, David — Loparevich, Alexei — Lopatin, Vyacheslav — Obraztsova, Evgenia — Sitnikov, Andrei — Smirnova, Olga — Stashkevich, Anastasia — Tsvirko, Igor

Belchick, Sylphia — Orquesta de Cámara de la Filarmónica Checa — Durand, Pierre-Michel — Lofatkina, Sveltlana — Mundeyn, Margeaux — Myshkin, R.M. «Prince» — Nevasayneva, Ida — Pilleaux, Velour — Renedo, Carlos — Rombova, Nadia — Slowpokin, Igor — Ballet del Trockadero — Vatissnyem, Mikolojus — Verikosa, Vanya

Bermúdez, Gabriel — Bidzinski, Boguslaw — Groissbock, Gunther — Harnoncourt, Nikolaus — Kaufmann, Jonas — Magnuson, Elizabeth Rae — Muff, Alfred — Nylund, Camilla — Polgar, Laszlo — Strehl, Christoph — Coro de la Ópera de Zúrich — Orquesta de la Ópera de Zúrich

Camarena, Javier — Damrau, Diana — Lozano, Antonio — Coro del Teatro Real de Madrid — Orquesta del Teatro Real de Madrid — Pido, Evelino — Sebestyen, Miklos — Stroppa, Annalisa — Teste, Nicolas — Tezier, Ludovic

Nabucco de Verdi – Teatro Real de Madrid

Las estrellas del English National Ballet, bajo la dirección artística de Tamara Rojo, vuelven al Teatro Real tras 13 años de ausencia.  En esta ocasión, engalanarán un escenario construido en la Plaza de Oriente con la icónica historia de amor de Giselle, presentada en la versión del coreógrafo Akram Khan, uno de los más importantes referentes de la danza actual. Junto a él, trabaja un consumado equipo, reconocido con premios como el Tony (diseñador de iluminación, Mark Henderson) o el Oscar (diseñador de escenografía y vestuario, Tim Yip).

Han tenido que pasar trece años para que podamos volver a ver, en un escenario de la Plaza de Oriente, al English National Ballet, y siete más (ya son veinte) para que el público del Teatro Real pueda saborear la icónica historia de amor de Giselle.

En esta ocasión, el ballet romántico cargado de traiciones, venganzas, fantasmas, muertes y amores no correspondidos -con su obligada escena de locura- nos llega a través de la producción de uno de los coreógrafos fetiche de la compañía:  Akram Khan.