Primera obra de teatro de lorca

Pequeñas cenizas

Federico García Lorca, el famoso poeta y dramaturgo, encontró en la maravillosa ciudad de Granada su fuente de inspiración y éxito. Desde Granada City Tour le hacemos una propuesta para descubrir a este autor.

El restaurante Chikito en su origen fue un bar llamado Alameda asiduamente frecuentado por conocidos intelectuales. Allí, Lorca leyó sus primeros poemas y pronunció discursos antológicos. Lorca y su grupo de amigos eran conocidos como ‘El Rinconcillo’ debido al lugar en el que se sentaban en el salón. Si quieres ir a este restaurante, que aún conserva su entrada y estructura originales, bájate del autobús en la parada 11 de nuestro recorrido.

En la calle Mesones, hoy muy concurrida por su carácter comercial, encontramos también mucha historia de Lorca. En el número 5 de la calle Mesones vivió la famosa Agustina González López, también conocida como La Zapatera Prodigiosa, a la que Lorca solía mirar durante su ruta al colegio. En el número 52 de la calle Mesones se encuentra la imprenta Ventura Traveset, la imprenta que publicó el primer libro de Lorca en 1918. Si quieres dar un paseo por esta histórica calle, bájate en la parada 9.

Jugar sin título

La primera obra de Lorca contiene hermosos versos. Sin embargo, sus personajes, un grupo de insectos, no conquistaron el fervor del público, sino que recibieron abucheos y abucheos. En su versión del texto incompleto de Lorca, Trece Gatos incluye canciones y su propia identidad.

Federico García Lorca (1898-1936) estrenó su primera obra teatral, El maleficio de la mariposa, en 1920 en el teatro Eslava de Madrid. Sólo duró cuatro noches, y recibió un «hermoso abucheo», según Lorca.

Sin embargo, el público del Eslava estaba acostumbrado a las producciones de vanguardia, y García Lorca había traído una buena claque de la Residencia de Estudiantes. En vano, no fue suficiente para evitar el estrepitoso desastre de la obra. Seguían sin conocer al que se convertirá en uno de los poetas en español más importantes del siglo XX, o incluso el más importante.

El maleficio de la mariposa muestra algunos rasgos del teatro posterior de Lorca, pero la puesta en escena está determinada por el espacio en el que se desarrolla la tragedia: un campo amplificado por una potente lupa, con cucarachas[ii], gusanos, una mariposa y un escorpión. Todos estos insectos son los personajes de la obra, que tiene algo de elogio franciscano del insignificante mundo natural. No es la única, ya que Lorca dio voz a bestias en otras obras que nunca llegaron a representarse y de las que sólo tenemos fragmentos. Una de ellas es De amor (Teatro de animales) (1918), obra en un acto con una paloma y un cerdo como protagonistas, acompañados por un coro de cigarras, un burro y un ruiseñor[iii].

Muerte de Lorca

su propio para». (La vida secreta de Salvador Dalí por Salvador Dalí, 2009, p. 176) El poeta Louis Aragon afirmaba que Lorca y Dalí se acostaban desde hacía dos años, «¡todo el mundo lo sabe!» (Federico García Lorca y la cultura de la homosexualidad masculina por Ángel Sahuquillo, 2007, p. 19)

Leslie Stainton (2000); Federico García Lorca y la cultura de la homosexualidad masculina de Ángel Sahuquillo (2007); Nuevas lentes para Lorca: Literature, Art, and Science in the Edad de plata de Cecelia J. Cavanaugh (2012) – Other writer in the Spanish

Resumen de El público lorquino

Federico García Lorca, antes de publicar su primer libro en 1918, Impresiones y paisajes, era para su familia y conocidos un prometedor intérprete y pianista. Siguiendo una tradición familiar, repetida en distintos parientes por parte de padre, Federico tuvo una evidente vocación musical desde su más tierna edad. Hay testimonios de que, antes de saber hablar, ya era capaz de tararear ciertas melodías.

A los ocho años, cuando la familia se trasladó a la casa de Valderrubio, Federico era capaz de recordar un centenar de canciones y baladas populares. Aunque conoció la música popular directamente a través de sus parientes y de los criados que trabajaban en su casa, no fue hasta que la familia se trasladó, en 1908, al piso de la Acera del Darro -primera vivienda de los Lorca en la ciudad de Granada- cuando comenzó a estudiar música clásica con Antonio Segura Mesa (Granada 1842-1916), un modesto compositor poco reconocido pero que ejerció una notable influencia sobre él. Federico y su hermana Concha solían acudir a sus clases en el propio domicilio del compositor, en la calle Escudo del Carmen.