Obras de teatro feministas madrid

Teatro inglés madrid

Se discute la neutralidad de este artículo. La discusión pertinente puede encontrarse en la página de discusión. Por favor, no elimine este mensaje hasta que se cumplan las condiciones para hacerlo. (Noviembre 2021) (Aprende cómo y cuándo eliminar este mensaje de plantilla)Este artículo posiblemente contiene investigación original. Por favor, mejóralo verificando las afirmaciones realizadas y añadiendo citas en línea. Las afirmaciones que sólo consistan en investigación original deben eliminarse. (Junio 2022) (Aprende cómo y cuándo eliminar este mensaje de plantilla)

Entre las principales influencias de esta ola se encuentran Andrea Dworkin, la feminista chilena Andrea Franulic y obras como Cómo ser mujer de Caitlin Moran, Habitación propia de Virginia Woolf, El segundo sexo de Simone de Beauvoir, Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie y El diario violeta de Carlota de Gemma Lienas.

El feminismo español de la cuarta ola surgió como respuesta al conservadurismo de los años ochenta y a un problema más amplio de las feministas de América Latina y Europa que no conseguían sus objetivos, ya que el feminismo se encontraba entonces en gran medida bajo el control del Estado. Estas fuerzas convergieron en la década de 1990, cuando el feminismo de pintalabios, el feminismo consumista y la teoría queer estadounidense fueron rechazados y las mujeres empezaron a hacer reivindicaciones en torno a la violencia de género y sexista en respuesta a sucesos como el asesinato de Ana Orantes en Granada el 17 de diciembre de 1997. Esto dio lugar a debates en los medios de comunicación sobre la imagen de la mujer y la violencia contra ella. Los chistes sobre mujeres golpeadas por novios y maridos dejaron de ser aceptables en televisión. Esta violencia contra las mujeres, unida a las activistas que utilizaban Internet para movilizar a las mujeres a actuar, dio lugar al avance de la cuarta ola en España. 2018 sería el año en el que el feminismo de cuarta ola comenzaría su apogeo en España como resultado de diferentes factores, con mujeres movilizadas a gran escala para tomar las calles. En 2019, las cuestiones importantes para las mujeres de la cuarta ola estarían en el centro de muchas conversaciones políticas y de las elecciones generales españolas de 2019.

Espectáculos de Broadway en Madrid

Todos los años, el 8 de marzo, millones de mujeres de todo el mundo salen a la calle para celebrar el Día Internacional de la Mujer y protestar por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Este año, tuve la suerte de pasar este día en Madrid, la enérgica e incansable capital de España. A lo largo del día se celebraron en la ciudad diversas marchas, protestas, grupos de debate y exposiciones, que culminaron con el acto principal: una marcha organizada por 8M por la tarde, que congregó a unas 350.000 personas.

El 8M es un movimiento intergeneracional e interseccional formado por varios grupos feministas que proporcionan un espacio abierto para que las feministas generen cambios y transformen la sociedad. El 8M lucha contra la violencia de género, el racismo, la exclusión, la discriminación de las personas trans, la injusticia laboral y la mutilación genital femenina, entre otros. El 8 de marzo, el 8M organizó una huelga general -una huelga feminista- que se extendió más allá del lugar de trabajo a todos los aspectos de la vida, incluidas las escuelas, las asociaciones e incluso las tiendas. El 8M reconoce que las razones de la gente para participar en la huelga son diversas y dependen de innumerables factores como la orientación sexual, la raza, la salud o la educación. Por ello, hacen un llamamiento a todas las mujeres que se autoidentifiquen para que participen como puedan en favor de cualquier causa en la que crean.

Espectáculos en inglés en madrid

El montaje se abre en plena efervescencia, con el Lorenzo impaciente e iracundo de Nacho Sánchez -conocido como el Autor, pero tan director como autor- despotricando contra un teatro que quiere cambiar. El texto de Lorca se ha ampliado hasta convertirse en una diatriba contra un teatro que busca higienizar y divertir sin otro fin. Quiere un teatro sin límites: donde se pueda inundar el patio de butacas de estrellas, se puedan derribar las paredes y las luces fuertes quemen a los que están dentro. Sus gritos son tanto un grito de auxilio como un lamento: increpa a los espectadores, chilla desesperado. Se mueve y habla con una intensidad nerviosa. Se desplaza desde su escritorio de director de escena, en medio del patio de butacas, hasta la parte delantera del escenario donde, vestido con vaqueros negros y sudadera, reclama un teatro de la verdad. Camina desesperado como un animal enjaulado. Aboga por un teatro de hombres y mujeres de carne y hueso, donde la acción parezca inmediata y necesaria, donde el público no vaya a ver lo que les pasa a los demás, sino lo que les pasa a ellos. Es una distinción importante y que se encuentra en el corazón de la visión que Pasqual tiene del teatro. Cuando Lorenzo pregunta cómo llevar el olor del mar al teatro, se intuye que es una cuestión con la que Pasqual ha estado lidiando toda su carrera.

Espectáculos de ballet en Madrid

El movimiento feminista en España comenzó en el siglo XIX, con el objetivo de garantizar los derechos de la mujer y luchar por conseguir más de lo que las mujeres podían esperar de su lugar en el hogar. Apoyado por varios escritores españoles, fue uno de los primeros movimientos feministas en inyectar el anarquismo en el pensamiento feminista. En contraste con el desarrollo del feminismo en otros lugares, muchas feministas españolas trataron de hacer realidad sus objetivos en este periodo a través de la educación de las mujeres. Cuando la actividad política tenía lugar para promover los objetivos feministas y las aspiraciones más generales de los grupos, tendía a ser espontánea y fácilmente desestimada por los hombres. Margarita Nelken, María Martínez Sierra y Carmen de Burgos fueron importantes escritoras prerrepublicanas que influyeron en el pensamiento feminista dentro de España.

La dictadura de Primo de Rivera proporcionó más oportunidades para que las mujeres se comprometieran políticamente, con el nombramiento de mujeres para el Congreso de los Diputados. Aunque no tuvieron éxito, también se dieron los primeros pasos hacia el sufragio femenino. La independencia femenina, organizada principalmente en Madrid en torno al Lyceum Club, fue condenada por los miembros de la Iglesia Católica y considerada escandalosa. Las mujeres seguían estando excluidas de organizaciones políticas y sindicales como el Partido Socialista Obrero Español y la Confederación Nacional del Trabajo.