Figaro obra de teatro

Obra de teatro Amadeus

Las bodas de Fígaro (en francés: La Folle Journée, ou Le Mariage de Figaro («El día loco, o Las bodas de Fígaro») es una comedia en cinco actos, escrita en 1778 por Pierre Beaumarchais. Esta obra es la segunda de la trilogía de Fígaro, precedida por El barbero de Sevilla y seguida por La madre culpable[1].

En la primera obra, El barbero, la historia comienza con un sencillo triángulo amoroso en el que un conde español se ha enamorado de una chica llamada Rosine. Se disfraza para que ella lo ame por su carácter y no por su riqueza. Pero todo se frustra cuando el tutor de Rosine, el doctor Bartholo, que quiere su mano en matrimonio, la confina en la casa. El conde se encuentra con un ex-sirviente suyo (ahora barbero), Fígaro, y le presiona para que organice un encuentro entre el conde y Rosine. Lo consigue y los amantes se casan para poner fin a la primera parte de la trilogía.

Las bodas se escribió como una continuación de El barbero. En el prefacio de la obra, Beaumarchais dice que Luis Francisco, príncipe de Conti, se lo había pedido. La denuncia de los privilegios de la aristocracia que se hace en la obra ha sido considerada como un presagio de la Revolución Francesa[2]. El líder revolucionario Georges Danton dijo que la obra «acababa con la nobleza»[3] y Napoleón Bonaparte, en el exilio, la llamó «la Revolución ya puesta en marcha»[4].

La ópera más bella

El lujurioso conde está decidido a «recompensar» a su encantadora sirvienta Suzanne por su leal servicio en su noche de bodas, como es costumbre en la nobleza francesa. Su deseo parece haber alejado de su mente su promesa a la Condesa de abolir este droit de seigneur. Sin embargo, no aprecia la determinación del futuro novio, su astuto y veloz ayuda de cámara, Figaro, empeñado en defender el honor de su novia. El autodenominado genio de la intriga urde una trama que provoca el caos entre los estamentos inferiores y superiores y que culmina en una deliciosa velada de identidades equivocadas.

La obra de Beaumarchais, inspirada en la ópera de Mozart y considerada escandalosa en la Francia anterior a la revolución, es una obra maestra de la comedia. El estreno en el Reino Unido de la elegante y sabia traducción de Ranjit Bolt la pone al día.

Fígaro Fígaro Fígaro

Lorenzo Da Ponte (de nombre real Emanuele Conegliano) nació en Italia en 1749 y murió en Nueva York en 1838. Al igual que Beaumarchais y Mozart, también tuvo una vida inusual y rica. Procedía de un entorno judío, pero en su juventud se convirtió al cristianismo e incluso se hizo sacerdote católico. Enseñó retórica durante dos años en el seminario católico de Treviso, donde fue despedido por sus ataques a la alta sociedad. A los 34 años, el emperador José II le nombró libretista de la Ópera Italiana de Viena. Allí conocería a Mozart y su colaboración duraría hasta la muerte de José II, pero en esos pocos años Da Ponte escribió libretos para tres óperas de Mozart que hoy se consideran clásicas: Le Nozze de Figaro (1786), Don Giovanni (1787) y Cosi fan Tutte (1790). Después, hasta 1805, viajó por Europa cambiando de profesión: vendedor de libros, profesor de italiano, libretista… y finalmente se marchó a Estados Unidos, donde se dedicó al negocio de la venta de libros y a la organización de las primeras compañías de ópera. Escribió unos 60 libretos de ópera, y también adaptaciones de otros libretos, así como memorias y dramas.

Largo al factotum

POST THEATER modera un proceso de actuación con 48 futuros barberos, 10 adolescentes músicos de rock, 36 miembros del coro de la Ópera Estatal, 2 actores profesionales y 96 miembros del público. Muchos de los intérpretes y miembros del público serán vírgenes en la institución y el género de la ópera. En una instalación performativa, se enfrentarán a Fígaro y compañía, mientras que los servicios en torno al cabello del público se prestarán en encuentros íntimos uno a uno entre público e intérpretes. La cabina del peluquero se convierte en un sillón de confesión o en un sofá terapéutico… El proyecto puede volver a escenificarse y adaptarse a otros participantes de las industrias de la belleza y la cosmética. Puede ser tanto un taller como un espectáculo público.