El perro del hortelano obra de teatro

El perro del hortelano: resumen

El Perro del Hortelano es una obra de teatro de 1618 del dramaturgo español Lope de Vega. Su título hace referencia al proverbio del perro en el pesebre – es una adaptación de una versión española del cuento que trata de las complicaciones emocionales del conflicto de clases. La altiva condesa Diana rechaza a sus numerosos pretendientes aristocráticos y se enamora en cambio de su joven y apuesto secretario, Teodoro, que es el amante de su criada. No está dispuesta a dejar que la pareja se case, ni tampoco a casarse con él[1].

La obra fue adaptada para la televisión rusa como Собака на сене (Sobaka na sene) en 1977 y estrenada en Estados Unidos como The Dog in the Manger. El mismo título se aplicó a la película española realizada sobre la obra, estrenada en 1996.

El perro del hortelano película

El Perro del Hortelano es una obra de teatro de 1618 del dramaturgo español Lope de Vega. Su título hace referencia al proverbio del perro en el pesebre. Se trata de una adaptación de una versión española del cuento que trata de las complicaciones emocionales del conflicto de clases. La altiva condesa Diana rechaza a sus numerosos pretendientes aristocráticos y se enamora en cambio de su joven y apuesto secretario, Teodoro, que es el amante de su criada. No está dispuesta a dejar que la pareja se case, ni tampoco a casarse con él.

El título de De Vega está relacionado con el lenguaje europeo paralelo, vigente también en holandés, danés, alemán, francés, portugués e italiano. Hace referencia a una variante de la historia en la que un jardinero pone a su perro a vigilar sus coles (o lechugas). Después de la muerte del jardinero, el perro sigue prohibiendo el acceso a las camas, dando lugar al símil «es como el perro del hortelano que no come coles y tampoco deja que los demás lo hagan» o, para abreviar, «hacer el perro del hortelano».

Tristán el perro del hortelano

Pilar Miró demuestra una gran habilidad para traducir a términos cinematográficos la elaboración lingüística, social y metafórica que Lope de Vega realiza en su obra El perro del hortelano oponiendo lo alto a lo bajo. Si el dramaturgo apenas alude a lugares concretos donde actúan los personajes, Miró adopta una serie de soluciones eficaces, tanto espaciales como simbólicas, algunas de ellas realmente originales (como la introducción de un enano que acompaña siempre a la Condesa siendo su doble monstruoso). Muchas secuencias reflejan perfectamente en términos espaciales la distancia que separa a Teodoro y Diana hasta que Tristán, con sus trucos, encuentra la forma de que puedan considerarse iguales al final de la obra.

Pilar Miró demuestra una gran habilidad para trasladar a términos cinematográficos la elaboración lingüística, social y metafórica que Lope de Vega realiza en su obra El perro del hortelano oponiendo lo alto a lo bajo. Si el dramaturgo apenas alude a lugares concretos donde actúan los personajes, Miró adopta una serie de soluciones eficaces, tanto espaciales como simbólicas, algunas de ellas realmente originales (como la introducción de un enano que acompaña siempre a la Condesa siendo su doble monstruoso). Muchas secuencias reflejan perfectamente en términos espaciales la distancia que separa a Teodoro y Diana hasta que Tristán, con sus trucos, encuentra la manera de que puedan considerarse iguales al final de la obra.

Porque el perro del hortelano

ArgumentoNápoles, en el siglo XVII. La condesa Diana de Belflor es despertada en mitad de la noche por unos ruidos. Estos son provocados por Teodoro, su secretario, que se encuentra en secreto con su criada Marcela. Envidiada por la relación amorosa de su sirvienta, Diana comienza a mirar a Teodoro bajo una luz diferente y decide seducirlo. Sin embargo, atormentada por su diferencia de estatus social, desiste en cada intento de seducción, aunque al mismo tiempo evita que su amado se case con cualquier otra mujer, comportándose como el Perro del Hortelano, que no come verduras pero tampoco deja que otros perros las coman. Finalmente. La situación se resuelve con la intervención del criado Tristán, que consigue una identidad nobiliaria para Teodoro que permite a Diana casarse con su amado sin desprestigio para ella.