Lorca en nueva york teatro

Federico García Lorca

Nació en Fuente Vaqueros (Granada) en 1898. El entorno rural de su ciudad natal desempeñó un papel fundamental en su obra, que también estuvo fuertemente influida por los movimientos vanguardistas contemporáneos. Las reminiscencias épicas y míticas de su poesía destacan en su obra titulada «Romancero Gitano» (1928). Su estancia en Estados Unidos (1929-1930) supuso un cambio en su visión poética, como se aprecia en su obra «Poeta en Nueva York». Durante el periodo de la II República, además de colaborar desinteresadamente con el teatro ambulante «La Barraca», trabajó también en el teatro comercial, sin comprometer su compromiso con la renovación literaria. Su triunfo definitivo llegó con la aparición de «Bodas de sangre» (1933). Fue asesinado en 1936 tras la sublevación militar que precedió a la Guerra Civil española, debido a su simpatía por el Frente Popular y a su manifiesta homosexualidad.

Walt Whitman y Federico García Lorca / Un extraordinario

Federico García Lorca (1898-1936), el poeta, dramaturgo, director teatral y artista más célebre de España, nunca ha pasado de moda. Sus obras se han traducido y adaptado de mil maneras al teatro, la danza, la música y el cine.

En 1936, dejó el manuscrito sobre la mesa de su editor madrileño con una nota en la que decía que volvería al día siguiente para repasar los detalles. Nunca regresó. Unas semanas más tarde fue asesinado en Granada y su cuerpo fue arrojado a una fosa común que aún no ha sido encontrada. El libro se publicó póstumamente en 1940, pero el manuscrito desapareció durante décadas. En 2013, la Fundacíon Frederico García Lorca y The New York Public Library at 42nd Street expusieron por primera vez el manuscrito, junto con dibujos, fotografías, cartas y recuerdos, a la que asistieron miles de personas, yo entre ellas.

Los críticos afirman que la estancia de García Lorca en Nueva York fue fundamental para su crecimiento como artista. «Yerma» (1934), la primera de sus obras de teatro de la trilogía sobre la trágica vida de las mujeres en los pueblos rurales, terminó recientemente una limitada y agotada carrera (12 de marzo-21 de abril de 2018) por el Young Vic de Londres en una aclamada adaptación contemporánea en el Park Avenue Armory, 67th Street, que tuve la suerte de ver. La Temporada de Nueva York del Ballet Hispánico en el Joyce Theater (del 10 al 15 de abril de 2018), 175 8th Avenue con 19th Street, rindió homenaje al dramaturgo con dos Estrenos Mundiales. Uno estaba inspirado en la última obra de la trilogía, «La casa de Bernarda Alba» (1936). El otro estreno fue un conmovedor dueto que reimagina una relación amorosa con el artista español Salvador Dalí.

Bodas de sangre de Lorca Baruch College Nueva York 19/11

En junio de 1929, en una época en que los jóvenes escritores y pintores soñaban con vivir en París, Federico García Lorca (1898-1936), el mayor poeta y dramaturgo moderno de España, rompió audazmente con la tradición y se embarcó rumbo a Nueva York. Sus nueve meses aquí, seguidos de tres meses en La Habana, cambiaron su visión de la poesía, el teatro y el papel social del artista.

Lorca llegó a Nueva York para estudiar inglés, pero se dedicó a escribir Poeta en Nueva York, un aullido de protesta contra el fanatismo racial, el consumo sin sentido y la adoración de la tecnología. «Lo que nosotros llamamos civilización, él lo llamaba baba y alambre», escribió en una ocasión el crítico V. S. Pritchett. Pero el libro de Lorca llega más allá de Nueva York – «esta Babel enloquecida y bulliciosa»-, a las profundidades de la psique, en una búsqueda de integridad y redención.

En 1936, el poeta dejó el manuscrito de Poeta en Nueva York sobre la mesa de su editor madrileño con una nota en la que decía que «volvería mañana», probablemente para discutir los últimos detalles. Nunca regresó. Semanas más tarde, al estallar la Guerra Civil española, fue brutalmente asesinado por elementos fascistas en Granada, y su cuerpo arrojado a una fosa común sin nombre. El libro se publicó póstumamente en 1940, pero el manuscrito desapareció misteriosamente, perdido para los estudiosos durante décadas. La Fundación Federico García Lorca de Madrid y la Biblioteca Pública de Nueva York lo exponen ahora por primera vez, junto con dibujos, fotografías, cartas y recuerdos: huellas de un poeta en Nueva York… y de Nueva York en un poeta.

Yerma | Trailer

La estancia en Nueva York fue, en palabras del propio poeta, una de las experiencias más provechosas de su vida. El año completo que pasó -entre el 12 de junio de 1929 y el 30 de junio de 1930- en Nueva York y Vermont y luego en Cuba, cambió su visión de sí mismo y de su arte, según Christopher Maurer. Nada más llegar comenzó a escribir uno de sus libros más importantes e influyentes, Poeta en Nueva York. Residió en la Universidad de Columbia y más tarde en Vermont.

El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, que supuso la recuperación de las libertades públicas tras la dictadura de Primo de Rivera, la restauración de las ilusiones perdidas, la renovación de las artes y la literatura y el ensayo de nuevas políticas sociales y culturales, que, sin embargo, suscitaron una seria y contundente oposición por parte de la derecha. Federico se sumó activamente al nuevo régimen. Bajo el patrocinio de los comités de cooperación intelectual, Lorca pronunció numerosas conferencias sobre el cante flamenco y sobre su experiencia en Nueva York, aunque su mayor compromiso lo adquirió con la creación de La Barraca, una compañía que debía difundir el teatro clásico español en la España rural.