Entradas ballet teatro real madrid

Ballet madrid 2023

El Teatro Real de Madrid ofrece grandes espectáculos. Con una temporada que abarca cinco siglos de ópera, tiene cabida desde los títulos más populares hasta obras contemporáneas. Además, ofrece otras producciones artísticas y musicales, así como actividades dirigidas al público infantil y juvenil.

La temporada 2022-2023 del Teatro Real presenta 18 óperas, de muy diversas épocas y estilos. Una programación compuesta por ocho nuevas coproducciones, dos reposiciones, dos producciones invitadas, cuatro en versión concierto y dos en versión semiescenificada.

Entre sus producciones destacan «La sonnambula», «Arabella», «Achille in Sciro», «Nixon in China», «La Nariz» e «Il Turco in Italia». En la versión de concierto, se podrá disfrutar de «El retablo de Maese Pedro», dirigido por Pablo Heras-Casado, «Ptolomeo, Rey de Egipto», «Orfeo ed Eurídice» y «Coronis» (pieza de zarzuela recuperada del patrimonio español). Las representaciones semiescenificadas serán «Tristán e Isolda» y «Rayok antiformalista».

La programación se completará con recitales, conciertos y espectáculos de danza. Asimismo, el Teatro Real reanudará «El Real Junior», dirigido a niños y jóvenes, y talleres familiares en la sala Gayarre.

Ópera de Madrid 2023

El año 2022 termina en el Teatro Real con estas representaciones de La sonnambula que, junto con Norma e I puritani, se encuentra entre las tres óperas de Bellini más representadas. A pesar de ello, han pasado casi 23 años desde la última vez que se vio en Madrid.

La coproducción del Teatro Real (con New National Theatre Tokyo, Gran Teatre del Liceu Barcelona y Teatro Massimo Palermo) no me convenció. Su originalidad, según declaraciones de Bárbara Lluch, es el hecho de que el final de la ópera se deja abierto, en el sentido de que la unión final de Amina y Elvino queda en el aire debido al mal comportamiento de él. Esto no es lo que dice el libreto, y la verdad es que la interpretación de Lluch tampoco me quedó clara en escena.

La escenografía es muy sencilla. Hay un árbol en el centro del escenario del que cuelgan dos muñecos, seguido de una máquina que representa el molino de Elvino. Se añade una casa en la última escena, y el sonambulismo de Amina tiene lugar en el tejado. Una novedad de la producción es la incorporación de un grupo de diez bailarines que acompañan a Amina en sus escenas de sonambulismo y al comienzo de los dos actos. La dirección escénica me pareció bastante pobre: el coro está estático, como si se tratara de una versión de concierto, y los solistas están solos.

Teatro real kommende veranstaltungen

El principal teatro de ópera de Madrid, el Teatro Real, suspendió el viernes algunas representaciones del prestigioso Ballet Bolshoi previstas para mayo debido a la invasión rusa de Ucrania y a la crisis humanitaria que ha provocado. Se cree que miles de personas han muerto o resultado heridas y más de un millón de refugiados han huido de Ucrania desde el 24 de febrero, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó el mayor ataque contra un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial.

«El Teatro Real lamenta no poder contar con esta prestigiosa compañía, cuyo director, Vladimir Urin, se ha pronunciado públicamente a favor de Ucrania y en contra de la guerra», ha señalado. El teatro de ópera ya mostró su apoyo a Ucrania el 27 de febrero, cuando en una representación de «El crepúsculo de los dioses», el cadáver de Sigfrido fue envuelto en la bandera ucraniana.

La invasión ha llevado a decenas de empresas privadas, así como a un amplio abanico de instituciones, a dejar de operar en Rusia o a cortar lazos con sus homólogos rusos. El teatro madrileño dijo que reembolsará las entradas que ya había vendido.

Teatro real tristan

Que Aleksandr Glazunov fuera considerado -según opinión unánime- un epígono de Tchaikovsky es poco halagador en cuanto a su originalidad como compositor. Sin embargo, a través de él, podemos disfrutar de dos de los grandes ballets románticos compuestos, en la gloriosa tradición de El lago de los cisnes. Sin ir más lejos, Raymonda -el primero y más famoso de los dos- se estrenó en el Teatro Imperial Mariinsky de San Petersburgo en 1898 con la coreografía nada menos que de Marius Petipa. Aunque el libreto es esquemático y no especialmente imaginativo, tiene la virtud de una partitura coloreada por los contrastes entre sarracenos y cruzados, universos que están unidos por los dos pretendientes de la princesa protagonista de la obra. En su debut como directora y coreógrafa, Tamara Rojo reinventa la historia de este maravilloso ballet en una fastuosa producción basada en Florence Nightingale y las mujeres que la acompañaron en el cuidado de los heridos en la batalla de Crimea. En este nuevo escenario, Raymonda es una joven idealista que abandona su cómoda vida en Londres en 1854 para servir como enfermera en Crimea. Allí, su corazón se ve desafiado al tener que elegir entre dos apuestos pretendientes: un soldado inglés o un carismático líder otomano.